Nuestras ciruelas crecen en los suelos más fértiles del norte de Extremadura, protegidas por las faldas de la Sierra de Gredos. El microclima de la zona garantiza una fruta firme, saludale y de gran sabor.
Nuestras ciruelas crecen en los suelos más fértiles del norte de Extremadura, protegidas por las faldas de la Sierra de Gredos. El microclima de la zona garantiza una fruta firme, saludale y de gran sabor.